Risotto de carxofes

Ara és una època de l’any en la que podem gaudir d’una exquisidesa de l’hort: les carxofes.

Ingredients (4 persones)

350 gr. d’arròs carnaroli

Tres cullerades d’oli verge d’oliva

6 carxofes

2 porros

Una copa de vi blanc

 1 l de caldo de pollastre o de verdures

500 ml d’aigua filtrada

Sal

50 gr. de mantega

4 cullerades de parmesà ratllat i una mica més per després

Netegem les carxofes traient les fulles exteriors i deixant la part més tendra i una mica de tija, les tallem en quatre talls i traiem els pelets de la part central, les reservem en un bol amb aigua i llimona perquè no s’enfosqueixin.

Posem el caldo a escalfar.

En una paella fonda o un wok (el wok és ideal pels risottos) posem a escalfar una cullerada d’oli i sofregim els porros tallats ben petits, quan estiguin sofregits hi posem l’arròs i li donem unes quantes voltes fins que quedi quasi transparent, posem el vi blanc i deixem que evapori.

De mentre, en una altra paella fonda posem les carxofes (salpebrades) amb l’altra cullerada d’oli i les fregim una mica, quan hagin agafat una mica de color hi afegim l’aigua i deixem que vagi bullint.

Quan hagi evaporat el vi, comencem a posar el caldo ben calent, un cullerot cada vegada, i anem remenant amb una cullera de fusta, no posem el cullerot següent fins que  s’hagi absorbit l’anterior, i anem remenant contínuament.

Quan ja hem incorporat tot el caldo, afegim les carxofes i continuem afegint el líquid de bullir les carxofes com hem fet amb el caldo, quan quedin un parell de cullerots per afegir tastem a veure si està bé de sal i afegim la mantega i el parmesà, remenem bé fins que s’hagi desfet tot. El servim amb una mica més de parmesà ratllat, per si algú se’n vol afegir.

  • Els risottos m’agraden més que el que el meu contorn es pot permetre, i aquest està deliciós.
  • Tot i que el risotto és un plat que no vol esperar, si en sobra, directe a la carmanyola de la feina, tampoc està malament.
  • L’he fet amb porro, perquè la ceba ja és tan dolça, que amb la dolçor de la carxofa potser seria massa, i amb el porro estava perfecte.
  • Si l’acompanyem amb uns xips de carxofa (fregim una carxofa tallada superfina) per damunt queda un plat més festiu.
  • No porta gluten.

Magdalenes de iogurt

Aquestes magdalenes són una mica menys calòriques que les que ja tenia al blog, porten menys oli, i són tan bones com les altres.

Ingredients (per 1 dotzena de magdalenes grans)

250 g de farina normal

170 g de sucre

1 iogurt grec sense sucre (125 g)

80 ml d’oli de gira-sol

Una punteta de sal

3 ous L

La pell ratllada d’una llimona

1 cullerada de llevat en pols

Muntem els ous amb el sucre, afegim el iogurt i barregem, l’oli i barregem, tamisem la farina i el llevat, el barregem amb la pell de la llimona i la sal, i anem afegint cullerada a cullerada a la barreja anterior, remenem amb cura per no baixar la barreja, no remenem més del compte.

Deixem reposar la massa unes hores, si fa calor la podem deixar a la nevera.

Engeguem el forn a 190 graus

Posem 12 càpsules a dins de motlles perquè no s’obrin, i les omplim amb la massa.

Les enfornem 18 minuts.

Les traiem i les deixem refredar a sobre d’una reixeta.

Les podem guardar a un pot hermètic, uns quants dies, si les hem de guardar molt de temps, les podem posar a la nevera o congelar-les.

  • Podem utilitzar un iogurt amb gust de llimona, si volem.
  • S’han de deixar refredar sobre una reixeta per evitar que agafi humitat el fons de la càpsula.
  • Es guarden molt bé dins una llauna o un pot hermètics, si s’han de guardar molts dies, millor a la nevera o congelar-les.
  • Porten gluten.

Turrón de yema quemada

Feliz Navidad!!

Mi época del año preferida. Tengo el blog bastante descuidado (y me siento muy culpable, no creais), y no puedo dejar pasar la Navidad sin colgar al menos una receta.

Nunca había preparado turrón, pero siempre hay una primera vez.

El turrón de yema ha seguido siendo siempre nuestro preferido, con mucha diferencia, y en nuestra mesa de Navidad no encontrarás mazapanes ni polvorones, pero el turrón de yema no falta nunca, bien quemado , como ha de ser.

Una vez fui a comprarlo en una tienda artesana donde lo hacen muy bueno, y el dependiente lo quemó justo antes de dármelo, y que pasó? pues que al día siguiente tuve que volver a comprarlo ya que con el olorcito que desprendia nos lo zampamos antes de llegar a casa.

Por eso, este año me he decidido a prepararlo yo misma, y tendría que haberlo hecho mucho antes, ya que si me gusta el que compraba, casero me enloquece.

Como siempre con una receta nueva, he probado las de varios blogs, y la que más me ha gustado es la de La Cuinera. No la he hecho completamente igual, pero casi, le pongo un poco menos de almendra molida, porque me gusta muy blandito, que casi se deshaga.

Las primeras barras que hice las llevé a la parada de mi hermana que tiene una envasadora de vacío y me los envasó (mooooltes gràcieeees Marta <3), y la verdad es que era tan práctico que me he comprado una envasadora doméstica, y ahora lo envaso ABSOLUTAMENTE todo. (eso casi merece una entrada por si solo)

También he tenido que comprar un soplete nuevo, el que tenia era muy pequeño y con poca potencia, al usarlo tanto rato se derretía la carcasa. Tengo un quemador pero hay que calentarlo mucho y uno eléctrico es muy caro, y el soplete que he comprado es mucho más económico y va perfecto.

He utilizado bricks de leche cortados a lo largo como molde, creo que la medida es ideal, se cierran los cantos con un poco de celo y para abrirlos cortamos el celo y se desmoldan al momento, los puedo regalar sin remordimientos y es la prueba de que son caseros.

Bueno, ahora que ya os he contado todos los preparativos vamos con la receta.

INGREDIENTES

  • 300 gr. de almendra marcona molida
  • 250grs de azúcar
  • 80ml. de agua
  • 5 yemas de huevo
  • la ralladura de un limón
  • 1/2 cucharadita de canela en polvo (al gusto)

Para la cobertura de yema

  • 100ml. de leche entera
  • 120 grs de azúcar
  • 2 huevos enteros
  • 20 grs. de maizena
  • una pizca de canela
  • abundante azúcar blanquilla para espolvorear por encima y quemar.

Preparamos antes que nada los moldes que vamos a usar, poniendo una hoja de papel de horno en el fondo y paredes.

Ponemos a calentar a fuego suave el agua con el azúcar hasta que alcance los 114ºC Entretanto ponemos en un cuenco (yo lo hice con la Kitchen aid, que para eso va de maravilla) las yemas con la ralladura de limón y la canela, cuando el almíbar esté listo, batimos las yemas con las varillas al tiempo que vamos incorporando el almíbar lentamente. Subimos la velocidad y batimos unos minutos hasta esté tibio y tengamos una crema pálida.

Entonces añadimos la almendra molida, y con la pala mezclamos a baja velocidad, sólo lo justo hasta que esté bien mezclado.

Repartimos la masa entre dos o tres moldes, depende del grosor que queramos darle, aplanamos bien.

Los cubrimos con papel film y los dejamos reposar a temperatura ambiente, el tiempo de reposo es relativo, cuanto más tiempo pase, más consistencia cogerán, lo ideal para mi, es dejarlos toda la noche, pero he preparado unos que no han reposado nada y, aunque son más delicados de manipular, también han quedado bien.

Para terminarlos, prepararemos una yema con los ingredientes que ya he dicho antes.

Cubrimos una bandeja con papel film y la reservamos.

Diluimos la maizena en un tercio de la leche a temperatura ambiente o fría y añadimos los huevos y la canela, batimos bien.

Calentamos el resto de la leche con el azúcar removiendo un poco, cuando empieza a hervir la retiramos del fuego y la vamos incorporando a la mezcla anterior poco a poco, sin dejar de batir.

Lo devolvemos al fuego sin dejar de remover hasta que espese.

Lo extendemos sobre la bandeja cubierta con papel film y dejamos que entibie.

Preparamos una superficie resistente al fuego ( yo usé una bandeja de horno) y sacamos los turrones de los moldes, espolvoreamos la parte más lisa con azúcar y la quemamos con el soplete. Esperamos unos minutos que se enfríe y les damos la vuelta.

Los cubrimos con la yema preparada, que quede gruesa, la utilizamos toda, la espolvoreamos con azúcar abundante y lo quemamos bien, aunque se derrame por los lados no importa.

Cuando se haya enfriado lo podemos volver a poner en los moldes y entonces podemos decidir si lo envasamos al vacío o lo congelamos, de los dos modos queda perfecto, aunque si no vamos a tardar en consumirlo lo podemos dejar tal cual, pero con cuidado, si lo dejamos destapado se seca mucho.

  1. Hay que ir con mucho cuidado al quemar el azúcar, para no quemar la superficie donde lo hagamos. Tambien hay que hacerlo sin el molde, sino se quemarà tambien.
  2. Si vamos a hacer dos barras, la cantidad de yema es la correcta, pero si hacemos tres, habria que aumentar un poco la cantidad.
  3. Es una buena idea quemarlo por las dos caras, así es mucho más manejable.
  4. No me gusta ponerlo en la nevera, prefiero mantenerlo a temperatura ambiente, el sabor y la textura pierden mucho con el frío.
  5. El reposo se puede hacer tal cual o con un peso encima, todo depende de lo compacto que queramos el resultado.
  6. Parece complicado, pero si tenemos los útiles adecuados, (un termómetro, por ejemplo) no es nada difícil.
  7. Este turrón no lleva gluten, como casi niguno.

imageimageimagePhoto-20151220003354297.jpgPhoto-20151220003354496.jpg

Lemon pie Tarta merengada de limón

No tengo excusa, llevo medio año sin publicar una receta y aunque podría decir que he estado muy ocupada y todo eso, no puedo hacer otra cosa que pedir perdón por este abandono.

No es que no haya preparado nuevas recetas, aunque cada vez cuesta más, ya que repito las que más me gustan y esto hace que el repertorio se reduzca. Además está el “detallito” de mi perímetro que cada vez es mayor, y el día que al darme la vuelta eche a mi marido de la cama ya será tarde, jejeje. He bajado el ritmo de exquisiteces pero aún así…

Lo que pasa es que estoy muy despistada, me acuerdo de las fotos cuando el plato ya está vacío. A pesar de todo tengo unas cuantas en la recámara, tengo que encontrar el momento de escribir las entradas y voy a intentar mantener un ritmo de al menos un par de recetas al mes. La verdad es que os he echado mucho de menos.

Vamos a por la receta que os traigo hoy, es una tarta que me encanta, fresca, ácida y nada pesada. La he hecho varias veces para probar las distintas cremas de limón, cada una con su grado de acidez, y por fin me quedo con esta, ni muy ácida, ni muy dulce, yo creo que tiene el equilibrio perfecto, y la receta la he sacado del blog Webos fritos, aunque con alguna variación en las proporciones.

INGREDIENTES

Masa quebrada

  • 250 grs. de harina
  • 150 grs. de mantequilla fría
  • 1 huevo
  • 80 grs. de azúcar
  • 50 grs. de almendra molida

Crema de limón

  • 200 ml. de agua
  • 300 ml. de zumo de limón
  • La piel de un limón rallada
  • 100 grs de azúcar
  • 3 yemas de huevo
  • 40 grs de maicena

Merengue

  • 4 claras de huevo
  • 200 grs. de azúcar
  • 1 pizca de sal
  • 4 gotas de zumo de limón

Antes que nada preparamos la masa quebrada, para ello mezclamos todos los ingredientes hasta tener una masa que dejaremos de trabajar en cuanto esté ligada. Hacemos una bola, la aplanamos un poco, la envolvemos en film y la dejamos reposar media hora (por lo menos) en la nevera.

Cuando haya reposado y esté fría, la aplanamos con un rodillo y forramos con ella un molde redondo rizado y desmontable que habremos engrasado y enharinado, o rociado con un spray anti adherente.

Pinchamos toda la base con un tenedor, ponemos sobre ella un papel de hornear (o papel de aluminio) que cubra también las paredes y le ponemos un peso que pueda ir al horno. Existen unas bolas especiales para este menester, pero yo siempre uso unos garbanzos que ya debo haber horneado 50 veces.

Volvemos a introducir el molde en la nevera y lo dejamos enfriar mientras se calienta el horno.

Encendemos el horno a 200 grados y cuando está caliente introducimos el molde y enseguida lo bajamos a 180grados durante 10 minutos. Al cabo de este tiempo lo sacamos, retiramos el papel con los garbanzos (o el peso que hayamos puesto, y volvemos a introducir el molde para que se cueza la base, unos 7 minutos más o menos.

Desmoldamos la masa con cuidado, que es muy frágil, recordar, por algo se llama masa quebrada, y la dejamos enfriar.

Preparamos la crema de limón, para ello mezclamos todos los ingredientes en un cazo que pondremos a fuego medio batiendo con las varillas hasta que espese, mas o menos un par de minutos desde que hierve.

La ponemos sobre la masa horneada y la dejamos reposar.

Mientras tanto preparamos un merengue suizo.

Ponemos las claras y el resto de ingredientes en un cuenco sobre un cazo al baño maria, removemos con las varillas unos 5 minutos, hasta que el azúcar se haya disuelto, vigilando que no se cuaje.

Retiramos del baño maria y montamos las claras con la máquina, hasta que el merengue esté firme y brillante.

Calentamos el gratinador del horno.

La crema de limón habrá cogido consistencia, si no es así esperamos un poco más, para que al poner el merengue encima no se hunda.

Ponemos el merengue por encima, para ello podemos usar una manga, pero a mi me gusta hacer una gran montaña de merengue, muy gruesa, y lo pongo a cucharadas.

Gratinamos unos segundos el merengue, vigilando que no se queme, porque amargaría. Yo lo pongo y no lo pierdo de vista, en pocos segundos empieza a coger color, pues ya, es el momento de sacarlo, en ocasiones así, mas vale quedarse corto que pasarse.

 
  1. En esta ocasión no esperé lo suficiente a que la crema de limón estuviera bien cuajada, y ya veis el resultado, se hundió un poco al poner el merengue.
  2. A mi me encanta encontrarme una gran capa de merengue, pero si lo preferís, podéis poner el merengue en una manga y cubrir la tarta con moñitos, en ese caso no pesará tanto y no habrá peligro de que se hunda la crema de limón.
  3. Como es una tarta que hago a menudo, y sobre todo ahora que hay tantísimos limones, ya pondré fotos nuevas con la crema como dios manda.
  4. Es una tarta que no tiene espera, es mejor comerla enseguida, sino la masa se humedece.
  5. He cambiado la receta original, en la primera puse la masa quebrada del Lidl, y aunque para otras recetas va muy bien, para ésta no es la mejor opción, por esto ahora os he puesto la receta de l masa quebrada, está mucho más buena, no se humedece tanto, y además la puedes hornear y guardar varios días en un recipiente hermético hasta que la utilices. Yo suelo tener varias tartaletas individuales horneadas y después solo he de preparar el relleno y listo!
  6. Otra cosa que he cambiado son las proporciones de los ingredientes del relleno. Tras varias pruebas he descubierto que prefiero un relleno mucho más ácido, donde se note el sabor del limón. También depende de los limones, unos son más ácidos y otros más dulces, por eso os recomiendo que las proporciones de agua y zumo de limón las adaptéis a vuestro gusto.
  7. Se puede preparar con una base sin gluten y así la pueden tomar celíacos. He incluido esta receta en la categoría si gluten, porque el tipo de masa que utilicemos es secundario, la parte principal es la crema de limón y el merengue, y no llevan gluten. Se puede hacer una base de galletas sin gluten trituradas y mezcladas con mantequilla, p.e. y no hará falta hornear la base y estará muy buena .

 

 

 

 

(F)Cake de sandía

Os podéis imaginar la cara que puso mi familia cuando, tras la cena, por la verbena de San Juan, cuando ya sabían que había varias cocas para los postres, saqué este precioso pastel. Madre mía, pero como se te ocurre, aquí va a sobrar comida por un tubo, mira que hacer un pastel habiendo cocas!

Pero lo que no sabían es que este pastelazo no era tal, hehehe, hace unos días lo vi en un blog americano (lo siento, no recuerdo cual) y esa noche se me ocurrió gastar una broma a la familia, y vaya si cayeron en ella.

En realidad no es un pastel (cake) si no un fake, o sea, un falso pastel, y teníais que haber visto su cara cuando al cortar el primer trozo se percataron.

Al final entró tan bien y tan fresquito que nos lo acabamos todo.

INGREDIENTES

  • Una sandía grande
  • Nata montada
  • Unos fresones y una ramita de hierbabuena para decorar (opcional)

Cortamos las partes superior e inferior de la sandía, que quede de la medida que queramos, a continuación, cortamos en círculo todo el perímetro, que parezca eso, un pastel, no hace falta ser muy meticulosos, después los defectillos los arreglamos con la nata.

Cubrimos toda la sandía con nata montada y adornamos con trozos de la sandía desechada, los fresones y la ramita de hierbabuena, reservamos en el frigorífico hasta el momento de servir.

  1. No lo hagáis con demasiada antelación, ni la nata ni la sandía tienen mucha paciencia.
  2. No podéis decir que este fake cake llena demasiado verdad? Es casi de dieta, si lo comparamos con uno normal ;D
  3. Si vais a montar la nata vosotros mismos, procurar que tenga al menos un 35% de grasa, para que aguante bien.
  4. Aparte de una broma simpática, es un postre refrescante para estos días de verano.
  5. No tiene nada de gluten.

 

 

Polo de fresa y plátano

Hace tanto tiempo que no participo en un reto, que cuando vi el que proponía Memories d'una Cuinera decidí que ya tocaba, además un polo es lo que más apetece en esta época y es tan fácil de hacer que no tenía excusa.

A mi los que más me gustan de toda la vida son los sorbetes de frutas, podriamos hacerlo de cualquier fruta, pero la combinación de fresa y plátano se me hace irresistible.

INGREDIENTES

  • 2 plátanos grandes (o tres pequeños) maduros
  • 300 gramos de fresones maduros
  • 1 cucharada de azúcar
  • Un chorrito de zumo de limón
  • 2 cucharadas de azúcar invertido (opcional)

Primero pelamos los plátanos, los cortamos en rodajas y los ponemos en un bote hermético en el congelador un par o tres de horas (por lo menos). Lavamos y troceamos los fresones, los cortamos a trozos y los dejamos macerar en la nevera con una cucharada de azúcar y un chorrito de zumo de limón.

Preparamos unos recipientes (vasitos) donde congelar los polos.

Cuando el plátano ya está congelado, reservamos 4 rodajas y el resto lo ponemos en la picadora junto a los fresones y los picamos juntos hasta que estén cremosos, añadimos el azúcar invertido y los volvemos a mezclar, repartimos la mezcla en los vasitos, clavamos un palo de polo en cada una de las rodajas reservadas y los clavamos sobre cada vasito, los ponemos en el congelador y en un par de horas ya estarán listos para desmoldar y disfrutar.

  1. Si no tenéis unos recipientes especiales para polos, podéis hacer como yo, utilizar unos vasitos desechables de café, y unas pajitas de sorber cortadas por la mitad como palo, aunque no son demasiado cómodas, les falta rigidez, y aunque al atravesar el plátano ya quedan selladas y no puede escurrirse el helado por el interior, no siempre utilizamos plátano, o sea que me voy a agenciar otros palitos más prácticos.
  2. Siempre suelo tener azúcar invertido en la nevera, lo preparo según la receta que os dejo enlazada, de las Recetas de tía Alia, es muy fácil de preparar y tiene muchos usos, aunque para los helados es casi imprescindible.
  3. Las cantidades son aproximadas, el gusto de cada uno es el que manda, sobretodo la cantidad de azúcar que dependerá del dulzor de la fruta, lo mejor es probar la mezcla antes de echar nada de azúcar y ajustar este al dulzor que queramos. De echo, podemos incluso prescindir totalmente de él, si la fruta es suficientemente madura y dulce.
  4. Congelo el plátano antes de preparar el polo, eso lo hago porque así tiene la consistencia que busco, y además, si no queréis preparar un polo y preferís un helado, sólo tenéis que tener los plátanos en el congelador y la mezcla ya estará tan fría que lo podréis servir directamente, sin necesidad de volver a congelar, eso permite improvisar de vez en cuando.
  5. Me gusta poner la rodaja de plátano por varias razones, la primera es estética, el polo es del color de los fresones y así podemos ver que también lleva plátano, otra razón es para evitar estos incómodos churretones resbalando por el palo si no comemos los polos demasiado deprisa.
  6. Esta receta no lleva ni gluten, ni lactosa.