Coca tovada d’albercocs (albaricoques)

He esperado un año a publicar esta receta. La razón es que quería publicarla cuando fuera la temporada de albaricoques, y este año además están deliciosos.

Esta coca tiene su historia, hace más o menos un año, una amiga me dijo que le encantaría volver a probar una tarta de albaricoque mallorquina que tomaba en su casa de niña, me picó la curiosidad y decidí investigar un poco, así descubrí un blog maravilloso Bojos per la cuina, donde pude encontrar esta receta y muchísimas más de cocina mallorquina, que pienso experimentar poco a poco, ya que me encantan estas recetas y además las explican muy bien y se nota el cariño que les ponen.

La receta es un poco trabajosa, pero eso lo único que consiguió fué que me apeteciera todavía más hacerla. Dicho y hecho, en cuanto pude encontrar un hueco la preparé y mi amiga tenía razón, es una delicia, ácida y dulce, y gracias a ella he descubierto la cocina mallorquina que es todo un mundo nuevo y muy apetecible.

Encontré el tiempo para prepararla pero no pude escribir la entrada del blog, si que me acordé de hacer unas fotos y por fin voy a poder enseñároslas.

Este año he repetido la receta y aquí os la dejo.

Sale una coca bastante grande, yo creo que para quince o veinte raciones (depende de lo golosos que seamos)

INGREDIENTES

  • Harina floja 250 grs.
  • Harina de fuerza 250 grs.
  • Azúcar 200 grs. Más el necesario para macerar los albaricoques y cubrir la coca
  • Manteca de cerdo 130 grs. Más la necesaria para embadurnar la bandeja.
  • 3 huevos
  • Patata hervida y pasada por el pasapurés 300 grs.
  • Levadura fresca 20 grs.
  • Agua tibia 60 ml.
  • Aceite de oliva virgen 30 ml.
  • Albaricoques maduros 1/2 kilo.

Ponemos los albaricoques partidos por la mitad y deshuesados cubiertos con abundante azúcar a macerar desde la noche anterior.

Hervimos las patatas con piel, las pelamos y las pasamos por el pasapurés.

Entretanto mezclamos la manteca con el azúcar, añadimos la levadura disuelta en el agua tibia, batimos bien y vamos incorporando los huevos uno a uno. Añadimos la patata mientras esté todavía tibia y mezclamos bien, procurando que no queden grumos. Añadimos el aceite y las harinas tamizadas poco a poco.

Amasamos con las manos bien aceitadas o con el gancho de la batidora durante bastante rato, la masa es muy pegajosa.

La ponemos en un bol tapado con film y la dejamos levar.

Cuando haya doblado su tamaño la volvemos a amasar y la extendemos sobre una bandeja de horno honda, embadurnada con manteca.

La dejamos levar de nuevo.

Cuando ha vuelto a doblar su tamaño encendemos el horno a 200 grados.

Colocamos las mitades de los albaricoques con la piel hacia abajo, espolvorear con azúcar y ponemos en la parte más baja del horno. Bajar la temperatura a 180 grados y cocer durante unos 30 minutos, hasta que esté dorada.

  1. La receta dels Bojos per la cuina utiliza menos harina, y sólo harina floja, pero la primera vez usé solo harina floja y esta vez he probado a mezclarlas y ha ido muy bien.
  2. Creo que puse la patata demasiado caliente y el caso es que la masa me pidió mucha más harina de la que ponía la receta, pero el resultado ha sido muy bueno. Utilizar la cantidad de harina que os parezca mejor, como la vamos echando poco a poco ya veremos cuando es suficiente.
  3. Se puede hacer una variación de la receta añadiendo cerezas o sobrasada, o las dos cosas. El año pasado hice una así, pero este año me he limitado a la tradicional.
  4. Reconozco que no he amasado a mano nada de la receta, estoy un poco lesionada y he utilizado la kitchen aid, ya no puedo vivir sin ella.
  5. Lleva gluten pero no lactosa, también lleva manteca de cerdo, no es apta para vegetarianos.

 

Aquí la tenemos justo antes de entrar en el horno

 

Y aquí la tenemos!

Estas son las que hice la primavera pasada

Y esta lleva además cerezas y sobrasada.

 

Lemon pie Tarta merengada de limón

No tengo excusa, llevo medio año sin publicar una receta y aunque podría decir que he estado muy ocupada y todo eso, no puedo hacer otra cosa que pedir perdón por este abandono.

No es que no haya preparado nuevas recetas, aunque cada vez cuesta más, ya que repito las que más me gustan y esto hace que el repertorio se reduzca. Además está el “detallito” de mi perímetro que cada vez es mayor, y el día que al darme la vuelta eche a mi marido de la cama ya será tarde, jejeje. He bajado el ritmo de exquisiteces pero aún así…

Lo que pasa es que estoy muy despistada, me acuerdo de las fotos cuando el plato ya está vacío. A pesar de todo tengo unas cuantas en la recámara, tengo que encontrar el momento de escribir las entradas y voy a intentar mantener un ritmo de al menos un par de recetas al mes. La verdad es que os he echado mucho de menos.

Vamos a por la receta que os traigo hoy, es una tarta que me encanta, fresca, ácida y nada pesada. La he hecho varias veces para probar las distintas cremas de limón, cada una con su grado de acidez, y por fin me quedo con esta, ni muy ácida, ni muy dulce, yo creo que tiene el equilibrio perfecto, y la receta la he sacado del blog Webos fritos, aunque con alguna variación en las proporciones.

INGREDIENTES

Masa quebrada

  • 250 grs. de harina
  • 150 grs. de mantequilla fría
  • 1 huevo
  • 80 grs. de azúcar
  • 50 grs. de almendra molida

Crema de limón

  • 200 ml. de agua
  • 300 ml. de zumo de limón
  • La piel de un limón rallada
  • 100 grs de azúcar
  • 3 yemas de huevo
  • 40 grs de maicena

Merengue

  • 4 claras de huevo
  • 200 grs. de azúcar
  • 1 pizca de sal
  • 4 gotas de zumo de limón

Antes que nada preparamos la masa quebrada, para ello mezclamos todos los ingredientes hasta tener una masa que dejaremos de trabajar en cuanto esté ligada. Hacemos una bola, la aplanamos un poco, la envolvemos en film y la dejamos reposar media hora (por lo menos) en la nevera.

Cuando haya reposado y esté fría, la aplanamos con un rodillo y forramos con ella un molde redondo rizado y desmontable que habremos engrasado y enharinado, o rociado con un spray anti adherente.

Pinchamos toda la base con un tenedor, ponemos sobre ella un papel de hornear (o papel de aluminio) que cubra también las paredes y le ponemos un peso que pueda ir al horno. Existen unas bolas especiales para este menester, pero yo siempre uso unos garbanzos que ya debo haber horneado 50 veces.

Volvemos a introducir el molde en la nevera y lo dejamos enfriar mientras se calienta el horno.

Encendemos el horno a 200 grados y cuando está caliente introducimos el molde y enseguida lo bajamos a 180grados durante 10 minutos. Al cabo de este tiempo lo sacamos, retiramos el papel con los garbanzos (o el peso que hayamos puesto, y volvemos a introducir el molde para que se cueza la base, unos 7 minutos más o menos.

Desmoldamos la masa con cuidado, que es muy frágil, recordar, por algo se llama masa quebrada, y la dejamos enfriar.

Preparamos la crema de limón, para ello mezclamos todos los ingredientes en un cazo que pondremos a fuego medio batiendo con las varillas hasta que espese, mas o menos un par de minutos desde que hierve.

La ponemos sobre la masa horneada y la dejamos reposar.

Mientras tanto preparamos un merengue suizo.

Ponemos las claras y el resto de ingredientes en un cuenco sobre un cazo al baño maria, removemos con las varillas unos 5 minutos, hasta que el azúcar se haya disuelto, vigilando que no se cuaje.

Retiramos del baño maria y montamos las claras con la máquina, hasta que el merengue esté firme y brillante.

Calentamos el gratinador del horno.

La crema de limón habrá cogido consistencia, si no es así esperamos un poco más, para que al poner el merengue encima no se hunda.

Ponemos el merengue por encima, para ello podemos usar una manga, pero a mi me gusta hacer una gran montaña de merengue, muy gruesa, y lo pongo a cucharadas.

Gratinamos unos segundos el merengue, vigilando que no se queme, porque amargaría. Yo lo pongo y no lo pierdo de vista, en pocos segundos empieza a coger color, pues ya, es el momento de sacarlo, en ocasiones así, mas vale quedarse corto que pasarse.

 
  1. En esta ocasión no esperé lo suficiente a que la crema de limón estuviera bien cuajada, y ya veis el resultado, se hundió un poco al poner el merengue.
  2. A mi me encanta encontrarme una gran capa de merengue, pero si lo preferís, podéis poner el merengue en una manga y cubrir la tarta con moñitos, en ese caso no pesará tanto y no habrá peligro de que se hunda la crema de limón.
  3. Como es una tarta que hago a menudo, y sobre todo ahora que hay tantísimos limones, ya pondré fotos nuevas con la crema como dios manda.
  4. Es una tarta que no tiene espera, es mejor comerla enseguida, sino la masa se humedece.
  5. He cambiado la receta original, en la primera puse la masa quebrada del Lidl, y aunque para otras recetas va muy bien, para ésta no es la mejor opción, por esto ahora os he puesto la receta de l masa quebrada, está mucho más buena, no se humedece tanto, y además la puedes hornear y guardar varios días en un recipiente hermético hasta que la utilices. Yo suelo tener varias tartaletas individuales horneadas y después solo he de preparar el relleno y listo!
  6. Otra cosa que he cambiado son las proporciones de los ingredientes del relleno. Tras varias pruebas he descubierto que prefiero un relleno mucho más ácido, donde se note el sabor del limón. También depende de los limones, unos son más ácidos y otros más dulces, por eso os recomiendo que las proporciones de agua y zumo de limón las adaptéis a vuestro gusto.
  7. Se puede preparar con una base sin gluten y así la pueden tomar celíacos. He incluido esta receta en la categoría si gluten, porque el tipo de masa que utilicemos es secundario, la parte principal es la crema de limón y el merengue, y no llevan gluten. Se puede hacer una base de galletas sin gluten trituradas y mezcladas con mantequilla, p.e. y no hará falta hornear la base y estará muy buena .

 

 

 

 

(F)Cake de sandía

Os podéis imaginar la cara que puso mi familia cuando, tras la cena, por la verbena de San Juan, cuando ya sabían que había varias cocas para los postres, saqué este precioso pastel. Madre mía, pero como se te ocurre, aquí va a sobrar comida por un tubo, mira que hacer un pastel habiendo cocas!

Pero lo que no sabían es que este pastelazo no era tal, hehehe, hace unos días lo vi en un blog americano (lo siento, no recuerdo cual) y esa noche se me ocurrió gastar una broma a la familia, y vaya si cayeron en ella.

En realidad no es un pastel (cake) si no un fake, o sea, un falso pastel, y teníais que haber visto su cara cuando al cortar el primer trozo se percataron.

Al final entró tan bien y tan fresquito que nos lo acabamos todo.

INGREDIENTES

  • Una sandía grande
  • Nata montada
  • Unos fresones y una ramita de hierbabuena para decorar (opcional)

Cortamos las partes superior e inferior de la sandía, que quede de la medida que queramos, a continuación, cortamos en círculo todo el perímetro, que parezca eso, un pastel, no hace falta ser muy meticulosos, después los defectillos los arreglamos con la nata.

Cubrimos toda la sandía con nata montada y adornamos con trozos de la sandía desechada, los fresones y la ramita de hierbabuena, reservamos en el frigorífico hasta el momento de servir.

  1. No lo hagáis con demasiada antelación, ni la nata ni la sandía tienen mucha paciencia.
  2. No podéis decir que este fake cake llena demasiado verdad? Es casi de dieta, si lo comparamos con uno normal ;D
  3. Si vais a montar la nata vosotros mismos, procurar que tenga al menos un 35% de grasa, para que aguante bien.
  4. Aparte de una broma simpática, es un postre refrescante para estos días de verano.
  5. No tiene nada de gluten.

 

 

Polo de fresa y plátano

Hace tanto tiempo que no participo en un reto, que cuando vi el que proponía Memories d'una Cuinera decidí que ya tocaba, además un polo es lo que más apetece en esta época y es tan fácil de hacer que no tenía excusa.

A mi los que más me gustan de toda la vida son los sorbetes de frutas, podriamos hacerlo de cualquier fruta, pero la combinación de fresa y plátano se me hace irresistible.

INGREDIENTES

  • 2 plátanos grandes (o tres pequeños) maduros
  • 300 gramos de fresones maduros
  • 1 cucharada de azúcar
  • Un chorrito de zumo de limón
  • 2 cucharadas de azúcar invertido (opcional)

Primero pelamos los plátanos, los cortamos en rodajas y los ponemos en un bote hermético en el congelador un par o tres de horas (por lo menos). Lavamos y troceamos los fresones, los cortamos a trozos y los dejamos macerar en la nevera con una cucharada de azúcar y un chorrito de zumo de limón.

Preparamos unos recipientes (vasitos) donde congelar los polos.

Cuando el plátano ya está congelado, reservamos 4 rodajas y el resto lo ponemos en la picadora junto a los fresones y los picamos juntos hasta que estén cremosos, añadimos el azúcar invertido y los volvemos a mezclar, repartimos la mezcla en los vasitos, clavamos un palo de polo en cada una de las rodajas reservadas y los clavamos sobre cada vasito, los ponemos en el congelador y en un par de horas ya estarán listos para desmoldar y disfrutar.

  1. Si no tenéis unos recipientes especiales para polos, podéis hacer como yo, utilizar unos vasitos desechables de café, y unas pajitas de sorber cortadas por la mitad como palo, aunque no son demasiado cómodas, les falta rigidez, y aunque al atravesar el plátano ya quedan selladas y no puede escurrirse el helado por el interior, no siempre utilizamos plátano, o sea que me voy a agenciar otros palitos más prácticos.
  2. Siempre suelo tener azúcar invertido en la nevera, lo preparo según la receta que os dejo enlazada, de las Recetas de tía Alia, es muy fácil de preparar y tiene muchos usos, aunque para los helados es casi imprescindible.
  3. Las cantidades son aproximadas, el gusto de cada uno es el que manda, sobretodo la cantidad de azúcar que dependerá del dulzor de la fruta, lo mejor es probar la mezcla antes de echar nada de azúcar y ajustar este al dulzor que queramos. De echo, podemos incluso prescindir totalmente de él, si la fruta es suficientemente madura y dulce.
  4. Congelo el plátano antes de preparar el polo, eso lo hago porque así tiene la consistencia que busco, y además, si no queréis preparar un polo y preferís un helado, sólo tenéis que tener los plátanos en el congelador y la mezcla ya estará tan fría que lo podréis servir directamente, sin necesidad de volver a congelar, eso permite improvisar de vez en cuando.
  5. Me gusta poner la rodaja de plátano por varias razones, la primera es estética, el polo es del color de los fresones y así podemos ver que también lleva plátano, otra razón es para evitar estos incómodos churretones resbalando por el palo si no comemos los polos demasiado deprisa.
  6. Esta receta no lleva ni gluten, ni lactosa.

 

 

 

 

Tarta tres pisos de zanahoria, nueces, coco y piña, con frosting de queso

A que nunca habíais visto una tarta con el nombre taaaan largo? Pues ésta se lo merece. No me he podido decidir a dejar ningún ingrediente fuera del nombre, y es que gracias a todos ellos se consigue dar a esta tarta un sabor y una esponjosidad que la hacen deliciosa.

Esta tarta la he hecho siguiendo la receta de Bea, de El rincón de Bea, el nombre original de la receta es Sky high carrot cake with cream cheese frosting. Si, también se las trae el nombre, pero he ganado! El mío es más largo.

Quería preparar algo muy especial para mi amiga, celebramos el cumpleaños con sólo 3 días de diferencia, y esta ocasión era especial, no se cumple medio siglo más que una vez en la vida y había que celebrarlo por todo lo alto, de ahí los tres pisos.

Sé que ella no es demasiado de dulces y además le encanta la verdura, casi cada día, cuando comemos, aparecen un par de zanahorias crudas de su fiambrera, y por eso desde el principio, pensé en hacer un pastel de zanahoria, hacia un montón de años que no había preparado ninguno, de hecho ni me acordaba, por eso me sumergí en el mar de blogs para buscar una receta digna del acontecimiento.

Esta tarta lleva zanahoria, por supuesto, pero también lleva coco, piña y nueces, y he utilizado para hacerla las nueces que ella me trae cada año del pirineo. Riquísimas y ecológicas!

He tardado varios días en prepararla porque me ha pillado en una temporada de mucho trabajo y sólo disponía de un rato cada noche cuando llegaba a casa. El primer día preparé los ingredientes, los tapé con papel film y los refrigeré, el segundo preparé las tartas y las horneé, al día siguiente por la mañana las congelé, tres días antes del día C preparé el frosting de queso y me lo llevé al trabajo para probarlo, el diagnóstico de mi amiga coincidió con el mío, lo encontramos demasiado dulce, así que el día antes del día C lo rectifiqué y quedó a nuestro gusto. Esa noche saqué las bases del congelador y las dejé descongelar lentamente en el frigorífico, sin quitar el papel film, y el día C, por fin lo llevé todo al trabajo y monté la súper tarta. No soplamos las velas porque lo celebramos antes de la fecha…pero nos la comimos entera!!!

INGREDIENTES para las tartas.

  • 450 grs de harina
  • 3 cucharaditas de levadura química
  • 3 cucharaditas de bicarbonato sódico
  • 3 cucharaditas de canela en polvo
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 400 grs de zanahoria rallada
  • 150 grs de nueces peladas, troceadas y tamizadas para que no haya nada de polvo.
  • 100 grs de coco rallado
  • 150 grs de piña deshidratada troceada pequeña
  • 350 grs de azúcar moreno
  • 300 ml de aceite de oliva suave
  • 6 huevos

Precalentar el horno a 170º.

Preparar tres moldes de 23 cm engrasándolos y poniendo en el fondo de cada uno una base recortada de papel de hornear.

Batir los huevos y el azúcar hasta que espumen sólo un poco, añadir el aceite y batir justo hasta que se integre.

Tamizar juntas la harina con la levadura, el bicarbonato, la sal y la canela. Añadir a la mezcla anterior sin mezclar demasiado.

Añadir la zanahoria rallada y mezclar .

Mezclar en un bol el coco, la piña y las nueces y añadirlo a la mezcla anterior con una espátula, para que se repartan bien.

Repartir la masa entre los tres moldes preparados.

Hornear 40-45 minutos o hasta que al pinchar con un palillo éste salga limpio.

Dejar enfriar los moldes 15 minutos y desmoldar. Dejar enfriar sobre una rejilla.

Cuando estén totalmente fríos, envolver con papel film y refrigerar o congelar.

 

INGREDIENTES para el frosting de queso y la decoración.

Todos los ingredientes a temperatura ambiente

  • 750 grs de queso de untar (por ejemplo Philadelphia)
  • 220 grs de mantequilla
  • 400 grs de azúcar glass
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla.
  • Una zanahoria para sacar unas tiras.
  • Unas cuantas nueces para adornar

Batir la mantequilla con la pala un par de minutos, añadir el queso y el extracto de vainilla y batir hasta conseguir una maezcla homogénea.

Añadir el azúcar a cucharadas sin dejar de batir a velocidad baja, subir la velocidad durante un minuto al final para incorporar aire a la mezcla

Montamos la tarta poniendo una base de tarta debajo, encima ponemos la tercera parte del frosting, otra base y otra tercera parte y por fin la tercera base con el resto del frosting encima de todo. Lo podemos dejar tal cuál o alisarlo y adornarlo con unas tiras de zanahoria y unas nueces como hice yo.


  1. También podemos cubrir todos los lados con frosting y quedará muy bien, el montaje és muy personal y se puede hacer más rústica o sofisticada según los gustos y la ocasión, a mi me parecía que para ésta era mejor un poco rústica.
  2. He hecho la receta retocando las cantidades porque mis moldes son un poco más grandes que los de Bea, he usado menos azúcar y lo he cambiado por azúcar moreno, me ha gustado asi.
  3. También he cambiado las proporciones del frosting, al principio lo probé tal cual lo hizo Bea, pero lo encontramos muy dulce y decidí rebajar el azúcar casi a la mitad y me gustó más.
  4. La parte más entretenida para mí, fué rallar las zanahorias, cortar los trozos de piña en trozos más pequeños y cascar, trocear y tamizar las nueces, por eso lo hice todo el día antes y lo reservé todo en bols tapados (la zanahoria en el frigo, claro ) hasta el día siguiente.
  5. Que gran idea congelar las bases, esto me permitió planificar el tiempo muy cómodamente, y quedaron perfectas. Lo voy a hacer más veces.
  6. No hice casi fotos, además las hicimos en el comedor del trabajo con el móvil, o sea que no eran las mejores condiciones, aún así he puesto las que tenía y tampoco están tan mal.
  7. Lleva gluten, no és apta para celíacos.

Aquí podéis ver una de las dos bandejas de servir con su pala de cerámica que me regaló mi amiga, a que és chula?

 

Milhojas de manzana y mató

Vi la receta hace bastante tiempo en un ejemplar de la revista “Cuina” y pensé que la haría cuando tuviera ocasión, después fue pasando el tiempo y un día que estaba a punto de comprar mató en una tienda donde lo venden artesanal (L'Arbre de Vida) pensé…compra un poco más y prueba aquella receta…

Pero ya se sabe, no recordaba en que revista exactamente había visto la receta, y el mató no se guarda mucho tiempo, o sea que aquel mismo día, aprovechando que iba a casa de unos amigos decidí probar la receta más o menos como la recordaba, aunque he de reconocer que no se si se parece mucho a la original porque no la he encontrado, pero ha quedado muy buena, hehehe.

INGREDIENTES (4 raciones)

  • 1 lámina grande de hojaldre fresco (o descongelado)
  • 400 grs de mató artesano
  • 1 cucharada de miel
  • Canela
  • 2 manzanas golden
  • Unas gotas de zumo de limón
  • 3 cucharadas de azúcar moreno (puede ser blanquilla)

Primero que nada pelamos las manzanas y la cortamos en daditos de 1 cm. , las mojamos con las gotas de zumo de limón y las mezclamos con dos cucharadas de azúcar. Ponemos la mezcla en un bol, lo cubrimos con papel film, hacemos unos agujeros al film para que salga el vapor y lo ponemos 5 minutos en el microondas a máxima potencia.

Precalentamos el horno a 200 grados, calor arriba y abajo, preparamos dos bandejas de horno que encajen bien la una dentro de la otra, forramos el fondo de la bandeja de debajo con papel de hornear, cortamos con un aro o un molde de unos 10 cm de diámetro, ocho círculos que depositamos en la bandeja y pinchamos con un tenedor varias veces, los cubrimos con otro papel y encima la otra bandeja, para que no suban, y los horneamos 10 minutos, al cabo de este tiempo levantamos la bandeja para ver si ya han cogido color, si no es así lo dejamos un poco más, pero vigilando a menudo para que no se quemen.

Dejamos que se atemperen las manzanas y los círculos de hojaldre.

Desmenuzamos el mató sin aplastarlo, lo mezclamos con la cucharada de miel.

Montamos los mil hojas poniendo un disco de hojaldre en un plato, lo cubrimos con manzana, espolvoreamos con un poco de canela en polvo, encima una cucharada colmada de mató, otro disco de hojaldre, manzana, canela y mató, encima del mató ponemos un poco de azúcar y lo quemamos con una placa o con el soplete.

Hacemos lo mismo con los tres restantes, aunque abajo os cuento como hacerlo para que queden equilibrados.

  1. Estaba buenísimo, y ya veis que es sano y no lleva demasiado trabajo. Un día lo quiero probar con pasta brick, todavía más ligero, ya os contaré que tal.
  2. Es importante distribuir bien las cantidades, lo mejor es repartir la manzana sobre los ocho discos de hojaldre y a continuación el mató, antes de montar los milhojas, así no nos sucederá que los primeros están súper llenos y los últimos un poco escasos.
  3. No hay que montarlos con demasiada anticipación porque el hojaldre se puede humedecer.
  4. Para llevarlos a casa de mis amigos tuve que hacer un “invento”, mi hermana me regaló una bolsa de tela que hizo ella misma para transportar platos y la quería estrenar, dentro me cabe una bandeja pequeña perfectamente, pero los milhojas bailaban de lo lindo ahí dentro, así que corté un trozo de rollo de plástico del que venden en IKEA para poner en el fondo de los cajones y ni corta ni perezosa lo pegué al fondo de la bandeja con adhesivo de dos caras, y me fué perfecto, los hojaldres se quedaron súper quietos, ya no resbalaban, los cubrí con un hoja de papel de hornear y en mi nueva bolsa llegaron perfectamente.
  5. Llevan gluten, pero sólo en la lámina de hojaldre, seguro que se puede versionear sin gluten con un poco de imaginación.